El yin y el yang se asocian con determinadas características y se manifiestan en todo el cosmos. El yin se asocia con lo femenino y con la oscuridad, el almacenaje, la introversión y el frío. En el mundo natural, se presenta en la Luna y en el agua, y está presente en la sangre y en el interior del cuerpo humano. El yang se asocia con lo masculino y con la luz, la actividad, la extroversión y el calor. En el mundo natural, el yang tiene su representación en el Sol y en el fuego; en el cuerpo humano se relaciona con el flujo de la energía vital (qi) y las superficies exteriores. E incluso desde la perspectiva astrológica encontramos una división similar.
Aquí tenéis una referencia de ejemplo al respecto, aunque en estos temas nunca está uno seguro de hasta que punto está escrito por entendidos en la materia o charlatanes baratos (y eso que yo creo que hay mucho de cierto en la influencia de los astros en las personas, pero eso lo dejamos para otros posts).
Es cierto que la naturaleza sexual del ser humano en lo que a su físico se refiere es, salvo contadas excepciones, dual. O eres XY o eres XX. Para mi entender, este modelo está limitado y
anticuado, y no sirve para explicar muchos aspectos relativos a la orientaci
ón sexual de las personas, las parejas, etc. Por eso, planteo un modelo de sexualidad distinto, que yo veo como una cuestión de porcentajes. Creo que las personas estamos dentro de un espectro que va desde 100% femenino a 100% masculino, y en medio queda una gama infinita. Biológicamente yo lo asocio a la cantidad de información recibida del ADN de la madre y del padre. Así, abandonamos la limitada perspectiva de "hombre-mujer", y empezamos a pensar en cosas como: "80% masculino, 20% femenino", "masculino y femenino al 50%", etc. De este nuevo modelo se derivan muchas consecuencias:
- Digamos que, en general, el género de una persona corresponderá al porcentaje más alto (o sea, que si uno tiene un componente masculino mayor de 50%, será un varón; y hembra si es menor.
- Para que una pareja funciones, deberan estar equilibradas sus partes masculinas y femeninas, por lo que es fácil que los hombres con un alto componente masculino ("machos viriles de pelo en pecho") busquen como pareja ideal a mujeres con alto componente femenino, y análogamente los hombres con un gran componente femenino busquen mujeres con un componente masculino igual de marcado.
- En ciertos casos, la naturaleza será caprichosa, y dotará de un físico masculino a alguien con un componente femenino predominante, o un físico femenino a alguien con un componente masculino predominante. En dichos casos es cuando apareceran los conflictos de identidad sexual (hombres que sienten que son mujeres atrapadas en cuerpos masculinos y viceversa).
- La orientación sexual de una parte de la comunidad gay y lesbiana podría quedar explicada bajo esta perspectiva, ya que se comprueba que en la mayoría de las personas de tendencia homosexual, por ejemplo, se encuentra un gran componente opuesto a su sexo biológico (o sea, que muchos gays tienen un lado femenino muy marcado, y viceversa).
Espero no dar lugar a equívocos, ni despertar las iras de nadie diciendo esto. Por nada del mundo quiero caer en el tópico de que "todos los gays son unas nenas" o que "todas las lesbianas son unos marimachos". Pero me parece que no es ninguna herejía aceptar que en algunas parejas homosexuales se establecen los roles de hombre y mujer. Y sí, ya lo sé, me pueden decir que eso no es necesariamente así, que los roles son intercambiables, etc. y yo digo que por supuesto, pero es un ejemplo para entender mi modelo.
De todo esto también quiero hacer una serie de reflexiones, a saber:
- Que cada uno debe indagar en su propia personalidad para descubrir sus "porcentajes", para luego aceptarlos (en mi modelo no cabe lo "malo" o lo "bueno", cada combinación de componente masculino y femenino tendrá unas ventajas y unos inconvenientes). Lo import
ante es saber como es cada uno, y no reprimir ninguna de nuestras vertientes.
- Como ya se ha dicho alguna vez, no basta con que la mujer consiga la igualdad de derechos del hombre. El movimiento feminista no debería caer en la trampa de convertirse en un espejo de lo que han sido las sociedades machistas, sino fomentar el desarrollo de una nueva escala de valores que aprovechen lo mejor de las virtudes y características comunmente asociadas a la mujer y "lo femenino".
- A la vez, los hombres debemos reivindicar que se nos reconozca nuestro lado femenino, pero no entrando en la sociedad de consumo por la puerta grande para ser el target de las compañías cosméticas, sino fomentando nuestro desarrollo emocional desde niños, entre otras muchas cosas.
Podría seguir argumentando sobre todo esto, pero de momento no os quiero saturar, aunque de todas formas, lo más probable es que quienes leáis esto ya me lo hayáis oído alguna vez en persona, y si no es así, tranquilos: LO OIRÉIS (la memoria de pez es lo que tiene, que nunca me acuerdo de a quien le he contado ya mis neuras y a quien no). Espero que, además de SALMONICIDA -que pronto recibirá el título de "Master of the Universe of Comments"- me conteste alguien más. ¡Gracias, gente de bien!