16 dic 2006

"Qué fácil es ser poeta y qué difícil ser hombre"

Eso mismo decía Charles Bukowski, y qué razón tenía, el condenado...
En esta etapa de la vida en la que todos buscamos un rumbo, yo no sé hacia donde tirar. Bueno, qué cojones, no lo he tenido muy claro nunca, la verdad. Mi amigo M dice que debería centrarme en una actividad concreta y dedicarle mi tiempo y esfuerzo. Probablemente tenga razón, pero el caso es que nada me motiva lo suficiente... pero estoy divagando. Llevo años dedicándole tiempo a la música (grupos, ensayos, conciertos, gestiones varias, etc.), y desde los 16 aproximadamente he ido escribiendo con cierta regularidad pequeños poemas, reflexiones, letras de canciones y paranoyas varias. Pero desde que estoy inmerso en el mundo del trabajo a jornada completa, algo ha pasado que he perdido la inspiración. Mis medicinas (de las que ya hablaré en otra ocasión) también me hacen tener los pies más en la tierra que antes, con lo que el "duende" se ha esfumado. Si alguien tiene la receta para que vuelva, por favor que me la de.
Por un tiempo soñé con ser poeta. Incluso recité alguna de mis chorradas en público. Una de ellas fue "Petición a una amiga", que ya publiqué por aquí. Hoy os dejo otra, llamada "Poesía simple: Colores". Espero que os guste:
(Me sé de uno que después de leer esto se cuestionará mi orientación sexual una vez más, pero es el precio por tener amigos tan dementes como yo mismo)

Expresividad facial (porque yo lo valgo)

Era mayo, Óscar se casó, y allí estuvo la cabra loca para celebrarlo:
Sobran las palabras...

1 dic 2006

La sexualidad es algo continuo, no discreto

Preambulo: Una metáfora previa.
Si hablamos de razas, sabemos que hay negros, blancos, asiáticos, etc. Pero también sabemos que conforme los individuos de estas razas procrean entre sí, la pureza de las mismas va desapareciendo, y deja de haber "blancos del todo", o "complétamente negros" para dar paso a mulatos, medio chinos-medio rusos, etc...

Por si alguno no ha entendido el título, voy a hacer un breve apunte: En matemáticas, lo discreto se refiero a aquello que es contabilizable en unidades indivisibles, mientras que lo continuo es aquello divisible infinitas veces. Es un poco como lo de los sustantivos contables e incontables en algunos idiomas, (como el inglés). O por poner un ejemplo no matemático: Un conjunto de personas se podría considerar "discreto" (los posibles matemáticos pedantes que puedan leer esto, absteneos de hacerme puntualizaciones al respecto), ya que no puede haber "fracciones de persona" (Como cuando las estadísticas dicen que las parejas españolas tienen 1,1 hijos de media, y uno se pregunta: "¿Qué tienen, un niño y el brazo de otro?"). Por el contrario, el tiempo es algo continuo... casi siempre (^_^)

Y una vez aclarado esto, vamos a meternos en materia. Se habla mucho en nuestra moderna sociedad de la opción sexual de cada persona, y se contemplan unas pocas: Heterosexual, bisexual, homosexual, y como decía Chiquito de la Calzada: "¡Asexuaarrrl!". Todo esto combinado con el género y las inclinaciones: Hombre, mujer, hermafrodita, transexual, travesti (que puede ser un hombre que gusta de llevar ropa femenina pero también una mujer que se viste de hombre, al margen de que les gusten las mujeres o los hombres). Vamos, que en total tenemos un cierto número de posibilidades, que yo sigo encontrando bastante limitado. Además, se da el caso de que en este mundo occidental nuestro, de tradición racionalista y diseccionadora, nos hemos acostumbrado a poner etiquetas a todo: Usamos categorías para trocear la realidad y así poder estudiar las piezas más pequeñas. En lugar de hacer como los orientales, que consideran las cosas en su conjunto, cada persona como un todo, y todo en relación, a nosotros nos da por deconstruir para analizar y más tarde reconstruir, y creemos que si entendemos (y etiquetamos) todos los ladrillos, comprenderemos mejor el muro.

Tradicionalmente, se asocian una serie de características con la mujer, (o "lo femenino"), y otras con el hombre, (o "lo masculino"), como podemos ver en webs como esta.

Desde un punto de vista espiritual, encontramos también esta división en la concepción oriental de los opuestos:
(Copio textualmente de la web http://www.lanaturaleza.net/yin-yang.htm)
El yin y el yang se asocian con determinadas características y se manifiestan en todo el cosmos. El yin se asocia con lo femenino y con la oscuridad, el almacenaje, la introversión y el frío. En el mundo natural, se presenta en la Luna y en el agua, y está presente en la sangre y en el interior del cuerpo humano. El yang se asocia con lo masculino y con la luz, la actividad, la extroversión y el calor. En el mundo natural, el yang tiene su representación en el Sol y en el fuego; en el cuerpo humano se relaciona con el flujo de la energía vital (qi) y las superficies exteriores.

E incluso desde la perspectiva astrológica encontramos una división similar. Aquí tenéis una referencia de ejemplo al respecto, aunque en estos temas nunca está uno seguro de hasta que punto está escrito por entendidos en la materia o charlatanes baratos (y eso que yo creo que hay mucho de cierto en la influencia de los astros en las personas, pero eso lo dejamos para otros posts).

Es cierto que la naturaleza sexual del ser humano en lo que a su físico se refiere es, salvo contadas excepciones, dual. O eres XY o eres XX. Para mi entender, este modelo está limitado y anticuado, y no sirve para explicar muchos aspectos relativos a la orientación sexual de las personas, las parejas, etc. Por eso, planteo un modelo de sexualidad distinto, que yo veo como una cuestión de porcentajes. Creo que las personas estamos dentro de un espectro que va desde 100% femenino a 100% masculino, y en medio queda una gama infinita. Biológicamente yo lo asocio a la cantidad de información recibida del ADN de la madre y del padre. Así, abandonamos la limitada perspectiva de "hombre-mujer", y empezamos a pensar en cosas como: "80% masculino, 20% femenino", "masculino y femenino al 50%", etc. De este nuevo modelo se derivan muchas consecuencias:

- Digamos que, en general, el género de una persona corresponderá al porcentaje más alto (o sea, que si uno tiene un componente masculino mayor de 50%, será un varón; y hembra si es menor.
- Para que una pareja funciones, deberan estar equilibradas sus partes masculinas y femeninas, por lo que es fácil que los hombres con un alto componente masculino ("machos viriles de pelo en pecho") busquen como pareja ideal a mujeres con alto componente femenino, y análogamente los hombres con un gran componente femenino busquen mujeres con un componente masculino igual de marcado.
- En ciertos casos, la naturaleza será caprichosa, y dotará de un físico masculino a alguien con un componente femenino predominante, o un físico femenino a alguien con un componente masculino predominante. En dichos casos es cuando apareceran los conflictos de identidad sexual (hombres que sienten que son mujeres atrapadas en cuerpos masculinos y viceversa).
- La orientación sexual de una parte de la comunidad gay y lesbiana podría quedar explicada bajo esta perspectiva, ya que se comprueba que en la mayoría de las personas de tendencia homosexual, por ejemplo, se encuentra un gran componente opuesto a su sexo biológico (o sea, que muchos gays tienen un lado femenino muy marcado, y viceversa).

Espero no dar lugar a equívocos, ni despertar las iras de nadie diciendo esto. Por nada del mundo quiero caer en el tópico de que "todos los gays son unas nenas" o que "todas las lesbianas son unos marimachos". Pero me parece que no es ninguna herejía aceptar que en algunas parejas homosexuales se establecen los roles de hombre y mujer. Y sí, ya lo sé, me pueden decir que eso no es necesariamente así, que los roles son intercambiables, etc. y yo digo que por supuesto, pero es un ejemplo para entender mi modelo.

De todo esto también quiero hacer una serie de reflexiones, a saber:
- Que cada uno debe indagar en su propia personalidad para descubrir sus "porcentajes", para luego aceptarlos (en mi modelo no cabe lo "malo" o lo "bueno", cada combinación de componente masculino y femenino tendrá unas ventajas y unos inconvenientes). Lo importante es saber como es cada uno, y no reprimir ninguna de nuestras vertientes.
- Como ya se ha dicho alguna vez, no basta con que la mujer consiga la igualdad de derechos del hombre. El movimiento feminista no debería caer en la trampa de convertirse en un espejo de lo que han sido las sociedades machistas, sino fomentar el desarrollo de una nueva escala de valores que aprovechen lo mejor de las virtudes y características comunmente asociadas a la mujer y "lo femenino".
- A la vez, los hombres debemos reivindicar que se nos reconozca nuestro lado femenino, pero no entrando en la sociedad de consumo por la puerta grande para ser el target de las compañías cosméticas, sino fomentando nuestro desarrollo emocional desde niños, entre otras muchas cosas.

Podría seguir argumentando sobre todo esto, pero de momento no os quiero saturar, aunque de todas formas, lo más probable es que quienes leáis esto ya me lo hayáis oído alguna vez en persona, y si no es así, tranquilos: LO OIRÉIS (la memoria de pez es lo que tiene, que nunca me acuerdo de a quien le he contado ya mis neuras y a quien no). Espero que, además de SALMONICIDA -que pronto recibirá el título de "Master of the Universe of Comments"- me conteste alguien más. ¡Gracias, gente de bien!

Los comentaristas deportivos

Quienes me conocen saben que el fútbol NO es una de mis pasiones. Sin embargo, hay una serie de detalles relacionados con el balompié que me hacen bastante gracia. Concretamente quería compartir con vosotros una paranoia que tengo con los comentaristas. Pero pongámonos en situación:
Mundial de fútbol 2006, Alemania. España ha ganado los primeros partidos y el aficionado patrio medio fantasea una vez más con el escurridizo título de Campeones del Mundo. Llegamos al momento clave: La selección española contra Francia, en octavos de final. Y empieza el circo...
Recuerdo haber oído en la radio (la SER, seguramente), los "acertados" comentarios previos al encuentro, a gritos y en un tono anfetamínico, todos del tipo: ¡TENEMOS EQUIPO!¡ESPAÑA ESTÁ MÁS FUERTE QUE NUNCA!¡SE NOTA QUE LOS FRANCESES ESTÁN ASUSTADOS!¡HAN SALIDO AL CAMPO SIN FUERZA, SIN CONVICCIÓN, MIENTRAS QUE LOS NUESTROS VAN A POR TODAS!¡ESTA VEZ EL MUNDIAL ES NUESTRO!¡FRANCIA TIENE MIEDO! etc.

Entiendo que hay que ser positivos, y que hay que contagiarse de optimismo y todo eso, pero es demasiado inverosímil para mí. De hecho, si lo tomáramos al pie de la letra, no nos quedaría más remedio que imaginar a los comentaristas franceses comentando en ese mismo instante, y con voz alicaída: "Oh, la la, nous sommes acojonés", "Nous avons sorti dans le terrain de jeu sans convictions", "Les spagnoles vont pour toutes", etc.
O sea, planteáoslo realmente: ¿En qué piensan los comentaristas españoles cuando dicen ese tipo de cosas? ¿Es todo parte del ritual, o en serio hay alguien que no se da cuenta del absurdo que encierran esas palabras? Es más, cuando se hacen semejantes declaraciones de superioridad, ¿no se está admitiendo en el fondo que estamos tan acojonados que necesitamos reafirmarnos mediante tales ánimos y consignas?

Lo divertido es que, tal y como se desarrolló el partido, las ínfulas de triunfo de los locutores se fueron desinflando hasta convertirse en el típico discurso entre la compasión y la excusa barata ("Esta Selección ha luchado, y MERECÍA ganar", "El arbitraje ha favorecido CLARAMENTE a Francia", "El juego de España ha sido superior pero no hemos sabido convertir las ocasiones de gol", etc). Y lo mejor en estos casos es imaginarse que verdaderamente en el bando contrario los comentarios siguen en plan derrotista pese al triunfo: "España está jugando MUY bien... nuestros 2 goles han sido de puta chorra... La verdad es que si acabamos ganando, habrá sido una injusticia, porque la Selección española va a por todas. Nuestros chicos, pues hombre, no lo hacen del todo mal, pero vamos, que moralmente es España quien va ganando..."

En fin, que nos lo tenemos merecido por vender la piel del oso antes de haberlo cazado, y todo eso. Pero bueno, de todo esto, yo os propongo que a partir de ahora apliquéis este tipo de imaginación cuando oigáis a los políticos metiéndose unos con otros, las declaraciones de los deportistas, la gentuza de los programas de cotilleos, etc. La realidad sería más graciosa si fuese más absurda...