12 ene 2016

La muerte de mi madre y el dolor de la depresión

Me gustaría poner ciertas cosas en perspectiva respecto al sufrimiento, la depresión y la muerte.



Tengo diagnosticado un Transtorno Bipolar de tipo II desde los 20 años (ahora tengo 36). Es una manera moderna y suave de llamar al Transtorno (o Psicosis) Maniaco-Depresivo de toda la vida. En resumen, mi enfermedad consiste en que, si no tomo la medicación adecuada, sufro episodios de dos tipos (o temporadas, como lo entendáis mejor) que se van alternando:



-Por un lado los de Hipomanía, que consiste en estar algo acelerado, lleno de energía, vitalidad, ganas, con la creatividad a tope, y dispuesto a embarcarme en todo tipo de proyectos que, mientras dura esa fase, soy capaz de sacar adelante. Pero es algo fácilmente confundible con la alegría, y todo el mundo se alegra de verme así cuando estoy así, y yo mismo me alegro de verme así. Y es muy difícil detectar la anomalía, porque es contraintuitivo pensar que alguien que está tan activo y feliz está realmente enfermo. Y lo peor es que cuanto más eufórico llego a estar, más pronunciada es la caída. Y me caigo a...

-La depresión. Concretamente a la Depresión Mayor. Esta consiste (resumiéndolo mucho) en un estado permanente de falta de ganas de hacer cualquier cosa. Lo único que quieres es desaparecer, dejar de existir, y cuando este tipo de depresión se agudiza, puede conducir a la muerte por suicidio.

 Algunas personas sufren depresiones a raíz de acontecimientos vitales traumáticos. Son las conocidas como depresiones reactivas. Sufrir UNA sola de estas depresiones lleva a mucha gente al suicidio. Otras personas que entran en este tipo de depresión ya no vuelven a salir en toda su vida.
 En el caso del transtorno bipolar, al tratarse de estados que se alternan, una persona puede pasar por varias depresiones mayores. Es mi caso. Desde los 20 años hasta que empezaron a medicarme con litio (hace poco más de un año), he tenido 7 episodios de depresión mayor.

 Hace poco más de un mes murió mi madre. Fue un mazazo terrible para todos. Mi madre era la persona más paciente y conciliadora que he conocido. Pese a haber sufrido una lesión medular que la dejó prácticamente paralítica, le gustaba mucho vivir, y no se resigno a ser una inválida. De hecho, hasta pocas semanas antes de su muerte se siguió encargando de muchas de las labores de la casa, además de ejercer de amorosa madre y abuela. Todo esto en la enorme casa de campo en la que he estado viviendo con mis padres desde que tuve que dejar mi último piso de alquiler, en Agosto de 2015.
 La ausencia de mi madre es muy dolorosa. Saber que ya nunca volverá lo hace especialmente horrible. Es un tipo de sufrimiento que está allí, muy presente, todos los días. Para mí, que estoy soltero hace 7 años, no tengo hijos y estaba viviendo con mis padres, es un golpe muy duro. Tenía una relación excelente con ella, y era, junto a mi padre, uno de los pilares de mi vida. Es difícil de explicar como me siento. Y sin embargo...

 El dolor, el sufrimiento y la desesperación que he vivido en mis depresiones es mucho peor. Repito: MUCHO PEOR. Lo de mi madre es irreversible, y en la depresión todo el mundo intenta hacerte ver que eso es algo transitorio, pero es muy dificil de explicar lo que significa despertarse cada día y que el primer pensamiento que te viene a la cabeza sea "¡No, no, no, noooo!", porque tienes que vivir un día más. Es difícil de aceptar para los demás que retrases más y más la hora de dormir porque sabes que lo siguiente que toca es despertar. Da igual cuántas veces diga que en la depresión deseas morir desesperadamente porque lo que estás viviendo es la muerte en vida. Quienes no han vivido una depresión, o han tenido a un ser querido cercano con depresión no tienen ni idea de lo que supone. Incluso quien la ha sufrido, si consigue salir, tiende a olvidar el horror vivido (cosas de la memoria selectiva). Hasta yo, que he sufrido varias, he "olvidado" lo que era al pasar al estado eufórico. Es como alguien que se emborracha tanto que al día siguiente no recuerda lo que hizo (y quien diga "yo por mucho que beba siempre me acuerdo de todo" es que no ha cogido una borrachera lo suficientemente fuerte).



 Así que, la próxima vez que tengáis un mal día, no digáis "estoy deprimido". La próxima vez que estéis ligeramente tristes, no digáis "estoy depre". Y cuando alguien esté deprimido de verdad (con diagnóstico y todo), no le digáis "eso nos pasa a todos", ni "¡venga, anímate!", ni "hay que tirar para adelante" o "échale huevos", o cualquiera de esos lugares comunes. Porque no tenéis NI IDEA. No conocéis el HORROR de pasar todas las horas en las que estás despierto planificando tu suicidio, valorando obsesivamente una y otra vez si es mejor tirarte de un puente y arriesgarte a sobrevivir pero quedar tetrapléjico, o atiborrarte a pastillas y despertar en un hospital, en el que te pueden dejar ingresado por loco y por ser un paciente de riesgo, o enfrentarte al dolor de cortarte las venas o la yugular, o tirarte a un lago con un peso atado a la pierna para ahogarte, o lanzarte con el coche por un acantilado o chocar a 120Km/h contra un muro sin cinturón de seguridad. Y a la vez padecer el INDESCRIPTIBLE SUFRIMIENTO de sentirte el ser más despreciable y egoísta del mundo, un fracasado, un estorbo para tu familia y para ti mismo, y no ser capaz de determinar si vas a causar más sufrimiento siendo un lastre para tus seres queridos o quitándote de en medio. ESFORZARTE en dormir más y más cada día para evitar estar despierto. Refugiarte en el atontamiento de la televisión durante todas las horas que puedes, etc, etc, etc. Y luego acudir a todo tipo de curas, buscar ayuda en libros que te dicen que te alejes de las personas "tóxicas" y darte cuenta de que tú eres el tóxico, y por tanto le harías un favor al mundo si desaparecieras.
 Me considero una persona débil, frágil y cobarde, especialmente durante las depresiones. Pero a veces también me da por pensar que muchos de los que me han dicho "eso a mí también me pasa", si hubieran sufrido una fracción de lo que yo he pasado, estarían en un manicomio en posición fetal. Quién sabe...



 Supongo que cada depresión es un mundo, porque cada persona que la sufre es un mundo, y a los padecimientos comunes de la depresión se unen los fantasmas de cada uno. En mi caso, diría que cada depresión fue peor que la anterior. En la última, por ejemplo, además de depresión sufrí brotes de paranoia y una cierta psicosis. Además de que "SABÍA" que venían a por mí, que me iban a detener y por mi culpa mi familia se iba a arruinar, "ME DI CUENTA" de que el demonio estaba jugando conmigo, se estaba riendo de mí, y que me había convertido en un títere suyo. Mi padre me llevaba a andar por el monte para reconectarme con mi cuerpo y con la realidad, y yo pasaba verdaderos calvarios porque temía tener un arrebato y tirarme ladera abajo. Cuando conducía tenía que agarrar el volante con fuerza cada vez que me cruzaba con otro coche, porque “algo” en mi interior me impulsaba a dar un volantazo y chocarnos. Y a su vez eso me hacía sentir vil y miserable, y un peligro para mí mismo, mi familia y la sociedad. Pero las alucinaciones demoniacas me habían hecho temer que si me suicidaba me esperaba la condenación eterna. Y a la vez seguir viviendo suponía una condenación. Así que no tenía escapatoria, y mi única perspectiva era sufrir, y sufrir y sufrir más todavía.

De todo esto me han quedado no pocas secuelas. Por ejemplo, mi autoestima no es que sea baja, es que desapareció hace tiempo. Habrá que confiar en la medicina, que sabe algo, pero poco. Acabas siendo un conejillo de indias. Yo ya he probado unas cuantas: Adofen, Seroxat, Depamide, Cincofarm, Norebox con Seropran, Dobupal, Trileptal, Valium, y últimamente estoy con Plenur (Carbonato de Litio), lamotrigina y tranxilium. Ahí es nada.

Ahora ya sabéis un poco más sobre mis depresiones, y sobre el transtorno bipolar de tipo II. Otro día que esté con ganas os contaré más cosas. Aquí cada cual lleva su cruz. Hay enfermedades y situaciones horribles, y personas que sufren lo indecible. Pero salen adelante porque tienen ganas de vivir.



Eso es precisamente lo que te roba la depresión.

16 dic 2015

¿Los recortes del PP mataron a mi madre?

   La respuesta fácil sería: "No". Mi madre murió hace una semana porque tenía 67 años, arrastraba una discapacidad desde los 44 que generaba cada vez más complicaciones, y en las últimas semanas su salud había empeorado notablemente. Lo que los creyentes expresarían como: "Había llegado su hora".
   Sin embargo, ¿habrían podido hacer algo más los profesionales sanitarios que la atendieron para evitar su muerte? Sinceramente, no veo cómo. ¿Cómo pueden atenderte debidamente en un servicio de Urgencias permanentemente colapsado?, donde los médicos de guardia tienen que decidir si atienden primero a la mujer que está de parto, al chaval con politraumatismo o al abuelo que tan apenas puede respirar. Donde las enfermeras, que hacen turnos interminables, y no son robots, sino personas con sus propios problemas personales, tienen que tratar con enfermos quejumbrosos, médicos estresados y familiares desesperados que vuelcan su ira y su rabia con ellas, por tenerlas más cerca que nadie. ¿Cómo podrían hacer más pruebas de las estrictamente necesarias?, cuando faltan camas, medios, personal. ¿Qué otra opción tienen, sino mandarte a casa?

   Y cuando la cosa fue más grave, y la hospitalizaron, ¿podrían haber hecho algo más? Sigo sin ver cómo. Aunque las primeras pruebas dieran negativo, y pese a que los síntomas perduraban, ¿cómo se le puede estar exigiendo a un médico que tenga que decidir a quién deja morir y a quién no? Porque eso es exactamente lo que pasa. Si faltan camas, pero siguen llegando pacientes, no queda más remedio que buscar la solución menos mala, que suele ser mandar a casa a los abuelos nonagenarios que ya "han vivido suficiente", a los que requieren tratamientos que exceden la capacidad del hospital, y a pacientes que, al igual que mi madre, pese a tener síntomas preocupantes que precisarían observación continua, están relativamente bien ("en apariencia"). Y así al menos pueden ingresar al chaval con la rotura de tibia, a la niña con lesión medular, a la embarazada con complicaciones...

   ¿Y las ambulancias? ¿Habría sucedido todo de otra manera si hubiera habido una Uvi-Móvil disponible mientras mi madre agonizaba en casa, en vez de una ambulancia sencilla sin un triste desfibrilador ni una bombona de oxígeno?
   Mi familia y yo nos quedaremos ya siempre con estas dudas, pero no dejo de preguntarme, en vista de todo lo vivido: ¿cúantas muertes se podrían haber evitado en estos últimos años si no hubiera habido recortes? ¿cuántas familias no habrían quedado destrozadas si no hubiera habido recortes? ¿cuántos profesionales de la sanidad seguirían trabajando para garantizar la sanidad universal en este país si no hubiera habido recortes?

   Cada vez que tengo que ir al médico de cabecera me dan la cita más alejada en el tiempo. Si se trata del especialista ya ni te cuento. Da igual que precises citas mensuales con tu cardiólogo, o tu psiquiatra, o tu endocrino. El sistema está desbordado. No da para más. Le faltan recursos.
   Pero eso sí, soy autónomo, y cada mes me sangran la cuenta corriente para que contribuya a la seguridad social, por mí y por mis empleadas. Es decir, que aquí todos estamos pagando religiosamente, porque en impuestos no ha habido recorte (más bien lo contrario), pero sí en los servicios básicos.

   No voy a apoyar a un partido que se ha dedicado a desmantelar la sanidad, la educación y la hucha de las pensiones, con el agravante de que uno de los ejes de su última campaña electoral fue precisamente la defensa de dichos servicios. Los mismos que, mientras, se enriquecían a costa del dinero público, robaban, cobraban comisiones, permitían la corrupción de sus miembros, le ponían zancadillas al voto en el exilio, cometían fraude electoral llevando a votar a su partido a viejos con demencia, imponían leyes para dificultar las investigaciones a sus crímenes, se llevaban su dinero a paraísos fiscales, favorecían a las sicavs, repartían sobres, miraban para otro lado, creaban otras leyes a medida para censurar las protestas ciudadanas, enturbiaban el clima político intentando manipular la opinión pública, retorcían las encuestas para que dijeran lo contrario de la realidad, y básicamente se nos reían en la cara.

   Los votantes del Partido Popular habéis contribuido a que se dejara morir a quién sabe cuántas personas, permitido a los grandes bancos campar a sus anchas fomentado la cultura del pelotazo, habéis sido artífices de la sumisión a los mercados financieros por encima de las personas, os habéis dejado manipular y engañar por unos simples trileros con corbata, habéis permitido que vuestras vísceras os animaran a votar en contra de vuestros propios intereses, y los de la mayoría de españoles..
   Ojalá que, por alguna causa derivada de la incompetencia de vuestro partido, nunca os toque pasar por lo que mi familia, y tantas otras familias estamos pasando, aunque quizá esa fuera la única manera de que comprendierais de una maldita vez que vuestros votos generan sufrimiento, desigualdad, hambre para hoy y hambruna para mañana, generan un futuro de pobreza y trabajo precario, el exilio de nuestros jóvenes más brillantes, generan corrupción, saqueo del dinero público, privatizaciones que convierten nuestro estado democrático en un estado dirigido por las grandes empresas. Vuestro voto genera sufrimiento. Y eso os convierte a vosotros en complices. Cómplices de la caída en picado del estado del bienestar este país, idiotización de España mediante recortes a la educación y adoctrinamiento desde los medios de comunicación. De la perpetuación de una clase política mentirosa, manipuladora, incompetente, egoísta, traidora y corrupta. Y creo que el motivo real por el que votáis a ese partido es que no estáis preparados para tener políticos serios, honrados, cumplidores, comprometidos, trabajadores, inteligentes, cultos, porque entonces, ¿qué excusa os quedaría? Necesitamos políticos ejemplares que nos ayuden a ser ciudadanos ejemplares, y no marionetas sumisas que mientras son vapuleadas por estos hipócritas, todavía hay alguno que les ríe las gracias.

   Y a los que os quedáis en casa el día de las elecciones por desidia, por vagos, porque repetís como borregos la cantinela de "para qué votar, si son todos iguales" o "a mí es que la política no me interesa", o porque tenéis tantos pajaritos en la cabeza que aún no habéis comprendido que la abstención y los votos nulos son tan dañinos o más que votar a esa panda de delincuentes... tengo una mala noticia que daros: vuestra actitud es igual de nefasta, y sois tan responsables (o más) de este desastre que los que votan a las gaviotas que se nos cagan en la cabeza. Igual de responsábles, que os quede claro. Lo único que os puede redimir es que votéis en lugar de aquellos que no pueden votar. Por los exiliados expulsados del sistema a base de burocracia y trabas administrativas, por los enfermos que estarían fuera del hospital si hubiera recursos suficientes para haberlos tratado antes, pero sobre todo, deberíais votar por mi madre. Por mi madre que no quería ver este país en manos de desalmados. Por mi madre y todas las madres, hijos, padres, abuelos que estarían vivos si el Partido de la Vergüenza no hubiera rescatado a los bancos a costa de las personas.

   Votantes del PP y abstencionistas convencidos: Por mí, y parafraseando a aquel sabio paisano que ya nos dejó, podéis iros todos a la mierda. ¡A LA MIERDA!

3 sept 2015

La petición de Susana (cuento Embosqado)

((Nota previa: Tras un "pequeño" parón de 7 años, recupero mi simulacro de blog para publicar un pequeño cuento, dedicado a un cierto grupo de personas. Fotos cortesía de dichas personas. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, o no, o sí, o yo qué sé))


Llevaban sólo tres días y medio en aquel campamento para adultos y parecía que todos fuesen amigos desde siempre. "Embosqadas" lo llamaban. ¡Vaya ocurrencia!, y había sido exactamente eso: un campamento... para adultos. Pero por desgracia ya tocaba a su fin.
Allí estaban todos, en la tienda de campaña gigante, celebrando la última velada: Los gemelos malagueños, Juan y Alex, alegres y jaraneros; Nerea, la vasca gruñona pero con un afilado sentido del humor; Jesús, el "pijipi" madrileño; Luz y Laura, las amigas asturianas, la una sosegada y la otra puro desparpajo; Vicente, el cuarentón socarrón de aquel pueblo de Huesca de nombre impronunciable; y, por supuesto, Daniel, el chico amable y poco hablador, del que nadie había conseguido deducir nada, salvo que era de Zaragoza, y una persona encantadora. También estaban las dos parejas de catalanes cincuentones, que aunque participativos, iban un poco más a su bola. Y en el centro, cómo no, Eva y Jorge, los monitores, derrochando simpatía y buen rollo. Salvo los catalanes y Vicente, todos estaban entre los veintipocos y los treinta y muchos.
Susana los observaba con atención, consciente de que aquella era la última noche que compartiría con ese variopinto grupo de personas, que por un breve periodo de tiempo se habían convertido en su familia de la montaña. Todos habían sido muy agradables con ella, cautos en el trato frente a su carácter reservado, y respetuosos ante sus silencios repentinos y sus momentos de recogimiento. Les había cogido mucho cariño, pero -obviamente- no a todos por igual. En su fuero interno se imaginaba escenas románticas con uno de ellos. Improbables en la realidad, dada su timidez.
Desde el principio del campamento se les había propuesto un juego, un divertimento orientado a conectar con el niño que todos llevaban dentro. Una versión más completa del típico "amigo invisible". Consistía en asignarse cada uno (por sorteo) el papel de "Hada" hacia otro participante, con el objeto de tener pequeños detalles y gestos amables con dicha persona, y a su vez asignarse el papel de "Pixie", que debía gastar bromas y pequeñas gamberradas a su "víctima".


En la última velada del campamento tocaba adivinar y revelar quién era el Hada y el Pixie de quién. El cachondeo y las risas se sucedieron mientras unos "acusaban" a otros de Pixies, y pocos eran capaces de reconocer a su Hada. Las acciones de los Pixies abarcaban desde ingenuas bromas hasta gamberradas algo excesivas, que sin embargo, y en el espíritu del juego, fueron tomadas con deportividad por quienes las padecieron. Susana había sufrido a un Pixie bastante gamberro, que lo mismo le cortaba el suelo del yogur para que al cogerlo se le cayera por encima, como le llenaba la cantimplora de piedrecillas, o le dejaba moscas muertas en la almohada. Mientras tanto, ella había sido una Pixie tan benévola que le hizo falta revelarlo para que Nerea descubriera quién le había atado los cordones de las zapatillas entre sí como única broma.
Entonces le llegó el turno de adivinar a ella, que acertó su Pixie a la primera. Se trataba de Alex, el "gemelo guapo", (como bromeaba él mismo), al que había pillado in fraganti haciendo una de las suyas sin que él se diera cuenta, pero se lo había callado para no romper el juego. Sin embargo, en cuanto a quién era su Hada, se encontraba completamente perdida. Se había sentido tan arropada por todo el mundo que no podía pensar en nadie en concreto...
Hasta que Daniel confesó, y a ella le dio un vuelco el corazón. Notó como el pulso se le aceleraba y rezó por que no se notara la tensión de sus piernas ni el ligero rubor que afloraba en sus mejillas. Daniel le había llamado la atención desde el principio, con su elegante forma de moverse, su caballerosidad y su aire misterioso. Sin duda se podía decir que le gustaba. Mucho.
Presa de la vergüenza, zanjó el asunto con un comentario chistoso para disimular su agitación y su sentimiento de "Tierra, trágame".
La velada continuó con la lectura de un cuento bastante extenso, pero Susana no podía concentrarse. Furtivamente se fijaba en Daniel, que parecía inmerso en el relato, y ajeno a las breves pero penetrantes miradas que ella le dedicaba. Intentaba hacer memoria de los días anteriores, y poco a poco iba cayendo en la cuenta de las acciones de su Hada. Quizá la caballerosidad que le atribuía no era más que parte de su condición de Hada hacia ella. Los detalles serviciales durante las comidas, los ofrecimientos para ayudarle con los malditos cierres de las tiendas de campaña, las sonrisas seductoras cada vez que se cruzaban sin nadie más que los pudiera ver... Por un momento se sintió decepcionada. Como siempre, su imaginación le había propuesto escenarios que la unían a Daniel, y ahora temía que, una vez terminado el juego, todo volvería a ser como siempre, y ella regresaría a su estátus de chica reservada por la que la gente siente una cierta empatía, una cierta ternura, y en ocasiones algo de lástima, ignorantes de que sus deseos frecuentes de soledad no eran un lastre, sino una necesidad para ella, una vía de escape para reencontrar su equilibrio para poder afrontar mejor esas interacciones sociales que desde pequeña le habían resultado tan difíciles y costosas. No en vano se había apuntado a aquel campamento, entre otras cosas, con el objetivo de trabajar ese aspecto de su personalidad.
Tan absorta y sumida en sus pensamientos estaba, que tardó en darse cuenta de que Daniel había dejado de atender al cuento, y en su lugar la miraba con la misma sonrisa seductora que tantas veces le había dedicado aquellos días. Pero esta vez no fue breve, como cuando se cruzaban. Él la miraba y sonreía, y parpadeaba lentamente de vez en cuando, sin apartar sus ojos de ella. Susana solía apartar la mirada cuando otra persona la miraba con insistencia, pero había algo en ese chico que anulaba sus inhibiciones. Normalmente se habría sentido violenta y observada, preocupada por que el resto de gente lo "cazara" mirándola así. Pero la sonrisa de Daniel parecía decirle: "no tengas miedo, no tienes de qué avergonzarte". Y así, se sorprendió a si misma devolviéndole la mirada en intérvalos cada vez más cortos, hasta que los dos se quedaron con los ojos clavados el uno en el otro, y así estuvieron hasta que terminó el cuento.

Los participantes poco a poco se fueron levantando, se dieron las buenas noches y marcharon a sus respectivas tiendas. Al final sólo quedaban Susana, Daniel y los catalanes, que reían por lo bajo, con chistes privados que no iban destinados a nadie más que a ellos mismos. Susana estaba inmóvil, incapaz de decidir qué hacer. En su interior bullía una voz que la empujaba a acercarse a Daniel, un impulso que la animaba a tocarlo, a abrazarlo, a besarlo... Pero le aterrorizaba la idea de que él no se sintiera igual, o que sólo estuviera coqueteando con ella, sin más. Ni siquiera sabía si tenía novia, o mujer, o -en el colmo de su inseguridad- si le gustaban las chicas.
Él seguia tumbado en uno de los colchones. Había cogido el cuento y lo repasaba sin mucho interés, como esperando a ver qué hacía Susana. Ella dejó vencerse por sus miedos, y decidió que lo mejor iba a ser marcharse a dormir y evitar enfrentarse a un más que probable rechazo (según su propia interpretación de la situación). Se puso la chaqueta y el abrigo, cerró los ojos, respiró profundamente y se despidió con un lacónico: "Buenas noches", sin ni siquiera volver a mirar a Daniel.
Cuando ya atravesaba las lonas de entrada, oyó a Daniel levantándose como un resorte
-¡Eh! Susana... ¿ya te vas a dormir?
Ella tragó saliva y se dio la vuelta, disimulando sus nervios
-Sí... bueno... no tengo mucho sueño, pero...
-¿Te apetece que demos un paseo?- la interrumpió él, que también se había abrigado.
Ella empezó a balbucear una respuesta, pero finalmente sólo acertó a asentir con la cabeza.
Los dos comenzaron a andar por la zona de acampada, alejándose de las tiendas, hacia los árboles de la parte de arriba. Durante unos cuantos pasos, que a Susana se le hicieron eternos, ninguno de los dos dijo nada. Daniel mantenía una media sonrisa y de vez en cuando miraba a la luna, o hacia las tiendas, como asegurándose de que nadie más los viera.

-Oye, Susana... tengo que decirte una cosa-
-¿Ajá?- musitó ella, mientras notaba como el corazón le latía con fuerza
Daniel se detuvo, se giró hacia ella y le tomó una mano. Susana se quedó mirando sus manos agarradas, intentando comprender lo que estaba pasando. Enseguida se dio cuenta de que Daniel esperaba a poder mirarla a los ojos para decirle aquello, mientras ella seguía observando sus manos como una boba.
-¿Susana? ¿Todo bien?
-Ehh, sí, sí. Tranquilo... que a veces me empano... que... ¿qué me ibas a decir?- dijo ella como quitándole hierro al asunto
-Pues... mira... Es que...- Susana notó a Daniel dubitativo por primera vez -Pues eso, que yo era tu Hada, pero como estabas siempre tan... tan...- se notaba que quería escoger bien las palabras -tan "en tu mundo"... pues no he sabido cómo hacer, ¿sabes? Vamos, que no he sido una buena Hada- concluyó, a la vez que le soltaba la mano y la invitaba con un gesto a seguir caminando
Susana no entendía las palabras de Daniel. Si sentía que no había sido una buena Hada, ¿qué había sido toda aquella galantería? Las sonrisas, los detalles, la atención... ¿Se comportaba así aquel muchacho con todo el mundo?
Ya llegaban a la arboleda, y sin mediar palabra, llevados por una silenciosa complicidad, ambos dejaron de andar y se sentaron, uno junto al otro. Daniel se giró hacia ella y le puso las manos en los hombros con ternura. Así estuvieron un momento, mirándose, abrazándose con los ojos, hasta que él empezó a susurrar:
-Susana...- cada vez que él pronunciaba su nombre ella sentía más calor en su interior -Susana, esta es la última noche, y mañana nos despediremos. No sabemos casi nada el uno del otro... y eso está bien, porque así lo decidimos todos desde el principio. Pero yo era tu Hada, y creo que no he cumplido bien mi papel. Así que... te quería decir, que me gustaría hacer algo bonito por ti. Pero como eres tan... eh...- de nuevo Daniel buscaba la expresión más adecuada -reservada... no sé muy bien qué puede ser- y diciendo esto quitó las manos de los hombros de Susana, dándole espacio para que ella contestara.
Susana había perdido la noción del tiempo por un momento. No sabía si llevaba allí cinco minutos o si pronto amanecería. Pero sin embargo la respuesta a la oferta de Daniel le salió de manera instintiva, casi instantánea, como si llevara allí esperando desde hacía mucho tiempo, esperando al momento justo
-Quiero que me des mi primer beso
Daniel hizo un pequeño aspaviento y abrió mucho los ojos. Respiró lentamente, incrédulo
-Pero... ¿quieres decir que tú... que no... que nunca...?
Susana, que -incomprensiblemente para ella- se sentía mucho más relajada, dejó escapar una risilla
-No, idiota- dijo en tono juguetón -He tenido varios novios desde los 18 años, si te refieres a eso...
-¿Entonces?
-Entonces... ¿te acuerdas que un día os conté que de niña nunca fui de campamentos?
-Pues... sí
-Mis amigas iban, y luego venían y me contaban los "novios" que habían tenido... No sé. Quizá fuera eso, o que en las películas los niños siempre tenían un primer "amor de verano". Y yo nunca lo tuve, nunca tuve ese "primer beso", nunca supe lo que se sentía con esa edad. Y en este campamento me he vuelto a sentir como una niña, o mejor dicho, como la mejor versión de mí cuando era niña, y yo...
No pudo seguir hablando, porque Daniel le tomó las mejillas entre sus manos dulcemente y la beso con suavidad. Luego apartó la cara un poco, y la miró con una mezcla de cariño y picardía. Ella había cerrado los ojos y notaba como si un nudo se estuviera deshaciendo en su interior. Un nudo que había estado allí demasiado tiempo. No sólo desde la ruptura con su ex, sino algo mucho más lejano. En ese instante percibió de golpe todo lo que le rodeaba. El rumor del viento en las copas de los árboles, el río que fluía cerca del campamento, la humedad de la tierra bajo su cuerpo... pero sobre todo, las palmas de las manos de Daniel, que acariciaban sus mejillas con la mayor delicadeza imaginable. Abrió los ojos y se encontró con los de Daniel, que la seguía mirando en busca de una reacción. Ella lo cogió de la cintura y, mientras en sus ojos asomaban unas lagrimillas de pura felicidad, sólo acertó a susurrar: "Gracias"
Daniel la acercó hacia sí y la abrazó. Inclinó la cabeza y la volvió a besar, pero esta vez con más intensidad. Susana noto como el nudo se deshacía más y más, y respondió al beso con otro, a la vez que empujaba a Daniel hasta tumbarlo en la hierba. Y a cada beso le seguía otro más apasionado. Y el amor se prolongó ratos y ratos... Pero como se suele decir: "Lo que ocurre en Oza, se queda en Oza"


Un búho ululaba en la lejanía, el viento soplaba más fuerte, y todavía se podían escuchar las risas de los catalanes, que parecían incombustibles. Daniel y Susana descansaban ya, tumbados uno al lado del otro, cogidos de la mano mientras miraban las estrellas. Estuvieron mucho tiempo así, en silencio, saboreando los momentos mágicos que acababan de tener lugar. Susana se sentía en paz consigo misma, como no recordaba haberse sentido nunca. El nudo se había deshecho por completo, y en su lugar notaba una especie de calor reconfortante. Sentía que se había quitado una gran espina de encima, de un modo muy literal. Casi podía localizar el agujero donde estaba clavada la espina, pero el calor ya estaba cicatrizando la herida.
El amanecer estaba próximo, y Daniel se giró una vez más hacia Susana. Volvía a tener esa sonrisa seductora tan característica, pero la cambió por una fingida mueca de timidez, para completar la petición de Susana
-Oye, Susana... ¿quieres... ser... mi novia?- dijo, simulando un tono infantil y avergonzado
Ella se giró y se recostó sobre el pecho de él, y dibujándole corazones con los dedos le respondió
-Sí. Pero sólo si tú eres mi amor de verano
Daniel asintió, y se dieron la mano como si estuvieran sellando un pacto, ambos con sendas sonrisas de oreja a oreja en la cara. Luego estuvieron bromeando, y hablando de tonterías hasta que se quedaron dormidos.
Amaneció lentamente, y los más madrugadores del campamento salieron de sus tiendas de campaña. Pronto hubo alguien que reparó en las dos figuras tendidas sobre la hierba. Luego empezaron los murmullos... Alguien se acercó a ellos, vio la escena, lo comentó a los demás... Hubo bromas al respecto, les cayó alguna foto de tortolitos, alguna se hizo un "selfie" junto a ellos dormidos... Y cuando llegó la hora del desayuno, los monitores los fueron a despertar.

El resto del día fueron inseparables. Una vez despierta la pareja, nadie hizo un sólo comentario, aunque se respiraba el cachondeo en el ambiente. Hubo miradas de complicidad a uno y a otra. Y poco a poco los acampados se fueron marchando. Primero los malagueños, luego las asturianas y el de Madrid... Todos se intercambiaron los teléfonos, correos electrónicos y demás, y se hicieron promesas de volver a verse, de visitarse mutuamente, de repetir la experiencia. Pero tanto Susana como Daniel sabían que aquello no era más que un espejismo. Navaz, en Navarra, pueblo de Susana, no quedaba tan lejos de Zaragoza en realidad, pero como hemos dicho, "Lo que ocurre en Oza, se queda en Oza", y un amor de verano, al fin y al cabo es eso: algo que contar a las amigas, ese recuerdo perfecto que queda imborrable, idealizado en nuestra mente, un oasis bucólico de cariño. Y como tal, pertenece a un lugar y un tiempo concreto, y es mejor dejarlo ahí, como una obra de arte que queda para la posteridad.


Hay quien cree que a cada etapa de la vida le corresponden unas vivencias, y hay quien cree además que si uno se pierde alguna de esas vivencias en su etapa correspondiente, ya no hay vuelta atrás, y es mejor pasar página, superarlo y olvidarse de ello.
Menos mal que por suerte existen otras personas, que no creen en edades ni en estatus social, ni en lastres pasados ni en errores futuros, y que saben que la juventud y la inocencia se llevan dentro. Que nunca es tarde para vivir aquello que te perdiste. Que debemos darnos permiso a nosotros mismos para ser libres, para jugar y disfrutar, sin miedos ni prejuicios, desaprendiendo aquello que nos impide ser lo que somos, como decía Budha. Rompiendo ese Muro sobre el que tanto cantaron Pink Floyd. En definitiva, volviendo a ser niños.
Estas personas están entre nosotros. Y a veces deciden, en un alarde de originalidad, montar campamentos para adultos... "Embosqadas" los llaman. ¡Vaya ocurrencia!

Jorge Escartín Rubio - 2-9-2015


NOTA FINAL DE AGRADECIMIENTO: Gracias Jorge y Eva (y Pedro, y Miguel Ángel, y Gema, y Julio y Javi) por una experiencia inolvidable. Os deseo el mayor de los éxitos, y ojalá pueda repetir el año que viene. Besos y abrazos para todos

NOTA PARA LOS LECTORES: El verano que viene, no os lo perdáis:
- http://www.embosqadas.org/
- https://www.facebook.com/embosqadas

4 feb 2008

¡No me mandes SPAM!

Hola, amigos de la Cabra. Actualizo momentaneamente para denunciar una práctica demasiado extendida entre usuarios torpes de Internet. Me refiero al reenvío masivo de correo, o 'Spam'. No hablaré hoy del comercial, sino de toda esa retaila de bromas, tonterías, gracietas, advertencias, y cadenas que te manda cierto tipo de gente. Y para ello, qué mejor que publicar el mail que uso para pedir a esas personas que no me manden dichos correos. Que ustedes lo disfruten:




Nota previa de Jorge:
(Este lo envío a varias personas. Que cada uno se de por aludido en su justa medida)

Por favor, POR FAVOR, ¡te lo ruego!: NO me envíes mails de estos. Ni chistes, ni cadenas de reenvío, ni test de amistad, ni bromas, ni advertencias de virus, ni ostias. Ni uno más. En serio, vale ya. Y si eres tan compulsivo/a que no puedes evitar darle al "reenviar", hazme un favor: borra mi dirección de mail PARA SIEMPRE. Hasta aquí la versión corta. Ahora te explico con pelos y señales el porqué de esto, para que entiendas mi cabreo. Probablemente me caes bien, y por eso no te mando a la mierda directamente, pero anda, se buena gente y bórrame de tu lista de "gente a la que reenviar chorradas".

Explicación:
Me gusta pensar que el email es una HERRAMIENTA, que sirve para recibir información y comunicarse con los seres queridos. Lo único que consigues mandándome MIERDA es: que mi dirección de correo electrónico acabe en manos de tropecientos mil empresas aficionadas al envío de spam, que mucha gente a la que yo no daría mi correo ni BORRACHO lo acabe teniendo y se sume a la lista de gente que me DA EL COÑAZO por Messenger y mail; y como consecuencia que pierda la simpatía que te tenía (si es que me quedaba alguna en función de lo pesado/a o no que hayas sido hasta la fecha).
En cualquier caso, suponiendo que vayas a mandar algo IMPORTANTE DE VERDAD a la vez que a otras personas, la forma de hacerlo es pinchando en "Mostrar CC y CCO" y pegar las direcciones en el campo "CCO", porque de esta manera quedan ocultas al destinatario. Esto es importante para evitar que en el futuro cualquiera se haga con un porrón de direcciones email y nos infle a correo basura a todos los de la lista. Y además, si el correo venía de antes con listas de direcciones a la vista, SE BORRAN antes de reenviarlo.

Tipos de correos reenviados que me parecen aceptables (siempre que se siga el consejo anterior):
-Convocatorias de manifestaciones por una vivienda digna
-Información sobre algún acto en el que tú participes y al que quieras que acuda (si tienes grupo y da un concierto, si haces teatro y actúas, etc)
-Peticiones para votar tu grupo de música en algún concurso vía web (tenemos que apoyarnos)
-Explicaciones, enlaces a videos, etc. relacionados con injusticias legales o políticas
-Información relevante del tipo que sea, que tú, por lo que me conoces, creas que DE VERDAD me puede interesar.
-Y poco más...

Tipos de correos que NO me parecen aceptables y por qué:
-CUALQUIERA que haya sido enviado a alguien más que a mí y en el que no se haya ocultado mi dirección por el sistema de copia oculta (CCO) que he comentado antes.
-"Cosas graciosas": Para empezar, me conozco todas las gracietas que corren por Internet, y aunque no fuera así, tampoco suelen ser gran cosa. Si aún dudas en si mandármelo o no, piensa esto: ¿te tomarías la molestia de mandarme eso mismo por correo ordinario? ¿me harías una fotocopia de ese texto, foto o presentación powerpoint "tan" gracioso? Si la respuesta es no, pues eso, que ya sabemos todos lo FACIL que es darle al botoncico de reenviar. Lo difícil es filtrar tu correo y emplear tiempo en decidir a quién le mandas qué. Mira, si ni siquiera haces ese mínimo esfuerzo, es que a lo mejor no me aprecias tanto...
-Avisos y advertencias sobre virus, timos, etc: Lo primero: la mayoría son FALSOS. Ni Microsoft va a cerrar MSN sin avisar (y menos porque "se está quedando sin direcciones", como dice un correo por ahí -es tan estúpido que cabrea que la gente pique-), ni el hecho de sencillamente agregar un contacto al Messenger hace que te entre mágicamente un virus. Hay además muchos bulos circulando sobre que tal o cual archivo es un virus temible (y normalmente son archivos de sistema de Windows que si algún CRÉDULO acaba borrando, entonces SÍ que el ordenador le empezará a dar problemas). Si te llega uno de estos mensajes y dudas de su veracidad, no hay más que echar mano de Google. (JORGETRUCO: Copia el título del mensaje, o alguna frase del cuerpo del mensaje y pégalo tal cual en Google. Ahora ponlo entre comillas y añade después las palabras HOAX -"bulo" en inglés- y VIRUS. Si el menaje es un bulo, probablemente al hacer esa búsqueda te saldrán enlaces a páginas de fabricantes de antivirus o a foros de informática donde se explique la falsedad de dicho mensaje. Lo he visto y hecho ASÍ DE VECES).
-Test de amistad, seudo-poemas sobre la vida, el amor, los amigos, los sentimientos..., jueguitos "magicos" que dicen funcionar "de verdad" si reenvías el mensaje (típicos jueguecitos de rollo piramidal que ya me tocaba los HUEVOS cuando me los hacían en PRIMARIA): Si tienes que pedirme que te conteste un test de esos de "cuanto me conoces" te ahorro el mail y te lo digo: TE CONOZCO POCO Y NO SOMOS MUY AMIGOS, porque si no estaríamos hablando por teléfono, o quedaríamos a echar un café en vez de esto.
-Cadenas de "firmas" por "buenas causas" en las que normalmente ni piden el DNI: Si alguien me demuestra que ALGUNA de estas putas cadenas (de las que van por email me refiero) ha servido alguna vez para conseguir algo (cambiar una ley, frenar alguna acción política, etc), a lo mejor cambio de opinión, pero mientras tanto, estoy CONVENCIDO de que no sirven PARA NADA. Mi nombre en una lista de un archivo de texto junto a los nombres de otros 10.000 pardillos, sin sus correspondientes DNIs ni las firmas escritas a mano valen lo mismo que un rollo de papel higiénico a la hora de conseguir cosas. Si quieres hacer política, métete en un partido político, hazte okupa, VOTA a alguien que represente medianamente tu forma de pensar, y déjate de chorradas. Los cambios sociales requieren MUCHO esfuerzo, no sólo un puto click de ratón.
-Bromazos, sustos etc: Si mandas esto es que eres un HIJO DE PUTA. Punto.
-Leyendas urbanas, información no contrastada, estupideces varias: Me remito a lo que dije sobre los vius y bulos.
-Hay más, pero espero que captes la idea general de lo que me jode.

Si tan importante es lo que me quieres mandar, llámame por teléfono.
Espero que este sea el último email de este tipo que te tengo que mandar.
Si me vuelves a mandar chorradas, pondré tu dirección en "correo no deseado" con borrado automático, así que el día que me tengas a decir algo importante no me enteraré.
Vamos a ver si entre todos hacemos un uso inteligente de Internet y el correo electrónico.
Para todos:
-No seáis tan crédulos
-No seáis coñazo
-¡Salid más de casa, coño! que más allá del "reenvíalo, es super guay" la gente está por ahí teniendo vidas interesantes.

Un saludo a todos

Jorge Escartín

P.D: Difundid esto si queréis, pero POR DIOS no lo hagáis mediante reenvío. Tenéis cabecica todos para expresaros con vuestras propias palabras. Agur!


Hasta allí el mensaje. Para el que no lo sepa, la palabra SPAM viene de una especie de jamón york enlatado que venden los yanquis y que empezó como alimento para soldados en guerra (creo), así que de propina os dejo este video de los Monty Phyton que lo popularizo (en los subtítulos traducen 'spam' por 'cerdo'):



Sed buenos.

29 ene 2007

La dieta mediterránea

Personalmente creo que todo eso de la dieta mediterránea es una patraña. Vamos a ver, ahora resulta que nuestros antepasados se alimentaban con una equilibrada mezcla de frutas, verduras y pescadito porque habían acumulado siglos de conocimientos y cuidaban su nutrición... Yo digo que una mierda! Lo que pasa es que durante siglos en España hemos sido pobres como ratas, y de siempre ha sido más barata la agricultura que la ganadería. Más fácil tener un huerto con coles y lechugas que mantener un rebaño de vacas. Así que si nuestros tatarayayos comían tanta fruta y verdura no era por gusto, sino por puñetera necesidad. Como que si hubieran tenido una buena pata de pernil que llevarse a la boca no lo habrían preferido...
Ojo, que me parece muy bien que se incentive la alimentación sana, pero por favor, que no nos vengan con cuentos.

16 dic 2006

"Qué fácil es ser poeta y qué difícil ser hombre"

Eso mismo decía Charles Bukowski, y qué razón tenía, el condenado...
En esta etapa de la vida en la que todos buscamos un rumbo, yo no sé hacia donde tirar. Bueno, qué cojones, no lo he tenido muy claro nunca, la verdad. Mi amigo M dice que debería centrarme en una actividad concreta y dedicarle mi tiempo y esfuerzo. Probablemente tenga razón, pero el caso es que nada me motiva lo suficiente... pero estoy divagando. Llevo años dedicándole tiempo a la música (grupos, ensayos, conciertos, gestiones varias, etc.), y desde los 16 aproximadamente he ido escribiendo con cierta regularidad pequeños poemas, reflexiones, letras de canciones y paranoyas varias. Pero desde que estoy inmerso en el mundo del trabajo a jornada completa, algo ha pasado que he perdido la inspiración. Mis medicinas (de las que ya hablaré en otra ocasión) también me hacen tener los pies más en la tierra que antes, con lo que el "duende" se ha esfumado. Si alguien tiene la receta para que vuelva, por favor que me la de.
Por un tiempo soñé con ser poeta. Incluso recité alguna de mis chorradas en público. Una de ellas fue "Petición a una amiga", que ya publiqué por aquí. Hoy os dejo otra, llamada "Poesía simple: Colores". Espero que os guste:
(Me sé de uno que después de leer esto se cuestionará mi orientación sexual una vez más, pero es el precio por tener amigos tan dementes como yo mismo)

Expresividad facial (porque yo lo valgo)

Era mayo, Óscar se casó, y allí estuvo la cabra loca para celebrarlo:
Sobran las palabras...

1 dic 2006

La sexualidad es algo continuo, no discreto

Preambulo: Una metáfora previa.
Si hablamos de razas, sabemos que hay negros, blancos, asiáticos, etc. Pero también sabemos que conforme los individuos de estas razas procrean entre sí, la pureza de las mismas va desapareciendo, y deja de haber "blancos del todo", o "complétamente negros" para dar paso a mulatos, medio chinos-medio rusos, etc...

Por si alguno no ha entendido el título, voy a hacer un breve apunte: En matemáticas, lo discreto se refiero a aquello que es contabilizable en unidades indivisibles, mientras que lo continuo es aquello divisible infinitas veces. Es un poco como lo de los sustantivos contables e incontables en algunos idiomas, (como el inglés). O por poner un ejemplo no matemático: Un conjunto de personas se podría considerar "discreto" (los posibles matemáticos pedantes que puedan leer esto, absteneos de hacerme puntualizaciones al respecto), ya que no puede haber "fracciones de persona" (Como cuando las estadísticas dicen que las parejas españolas tienen 1,1 hijos de media, y uno se pregunta: "¿Qué tienen, un niño y el brazo de otro?"). Por el contrario, el tiempo es algo continuo... casi siempre (^_^)

Y una vez aclarado esto, vamos a meternos en materia. Se habla mucho en nuestra moderna sociedad de la opción sexual de cada persona, y se contemplan unas pocas: Heterosexual, bisexual, homosexual, y como decía Chiquito de la Calzada: "¡Asexuaarrrl!". Todo esto combinado con el género y las inclinaciones: Hombre, mujer, hermafrodita, transexual, travesti (que puede ser un hombre que gusta de llevar ropa femenina pero también una mujer que se viste de hombre, al margen de que les gusten las mujeres o los hombres). Vamos, que en total tenemos un cierto número de posibilidades, que yo sigo encontrando bastante limitado. Además, se da el caso de que en este mundo occidental nuestro, de tradición racionalista y diseccionadora, nos hemos acostumbrado a poner etiquetas a todo: Usamos categorías para trocear la realidad y así poder estudiar las piezas más pequeñas. En lugar de hacer como los orientales, que consideran las cosas en su conjunto, cada persona como un todo, y todo en relación, a nosotros nos da por deconstruir para analizar y más tarde reconstruir, y creemos que si entendemos (y etiquetamos) todos los ladrillos, comprenderemos mejor el muro.

Tradicionalmente, se asocian una serie de características con la mujer, (o "lo femenino"), y otras con el hombre, (o "lo masculino"), como podemos ver en webs como esta.

Desde un punto de vista espiritual, encontramos también esta división en la concepción oriental de los opuestos:
(Copio textualmente de la web http://www.lanaturaleza.net/yin-yang.htm)
El yin y el yang se asocian con determinadas características y se manifiestan en todo el cosmos. El yin se asocia con lo femenino y con la oscuridad, el almacenaje, la introversión y el frío. En el mundo natural, se presenta en la Luna y en el agua, y está presente en la sangre y en el interior del cuerpo humano. El yang se asocia con lo masculino y con la luz, la actividad, la extroversión y el calor. En el mundo natural, el yang tiene su representación en el Sol y en el fuego; en el cuerpo humano se relaciona con el flujo de la energía vital (qi) y las superficies exteriores.

E incluso desde la perspectiva astrológica encontramos una división similar. Aquí tenéis una referencia de ejemplo al respecto, aunque en estos temas nunca está uno seguro de hasta que punto está escrito por entendidos en la materia o charlatanes baratos (y eso que yo creo que hay mucho de cierto en la influencia de los astros en las personas, pero eso lo dejamos para otros posts).

Es cierto que la naturaleza sexual del ser humano en lo que a su físico se refiere es, salvo contadas excepciones, dual. O eres XY o eres XX. Para mi entender, este modelo está limitado y anticuado, y no sirve para explicar muchos aspectos relativos a la orientación sexual de las personas, las parejas, etc. Por eso, planteo un modelo de sexualidad distinto, que yo veo como una cuestión de porcentajes. Creo que las personas estamos dentro de un espectro que va desde 100% femenino a 100% masculino, y en medio queda una gama infinita. Biológicamente yo lo asocio a la cantidad de información recibida del ADN de la madre y del padre. Así, abandonamos la limitada perspectiva de "hombre-mujer", y empezamos a pensar en cosas como: "80% masculino, 20% femenino", "masculino y femenino al 50%", etc. De este nuevo modelo se derivan muchas consecuencias:

- Digamos que, en general, el género de una persona corresponderá al porcentaje más alto (o sea, que si uno tiene un componente masculino mayor de 50%, será un varón; y hembra si es menor.
- Para que una pareja funciones, deberan estar equilibradas sus partes masculinas y femeninas, por lo que es fácil que los hombres con un alto componente masculino ("machos viriles de pelo en pecho") busquen como pareja ideal a mujeres con alto componente femenino, y análogamente los hombres con un gran componente femenino busquen mujeres con un componente masculino igual de marcado.
- En ciertos casos, la naturaleza será caprichosa, y dotará de un físico masculino a alguien con un componente femenino predominante, o un físico femenino a alguien con un componente masculino predominante. En dichos casos es cuando apareceran los conflictos de identidad sexual (hombres que sienten que son mujeres atrapadas en cuerpos masculinos y viceversa).
- La orientación sexual de una parte de la comunidad gay y lesbiana podría quedar explicada bajo esta perspectiva, ya que se comprueba que en la mayoría de las personas de tendencia homosexual, por ejemplo, se encuentra un gran componente opuesto a su sexo biológico (o sea, que muchos gays tienen un lado femenino muy marcado, y viceversa).

Espero no dar lugar a equívocos, ni despertar las iras de nadie diciendo esto. Por nada del mundo quiero caer en el tópico de que "todos los gays son unas nenas" o que "todas las lesbianas son unos marimachos". Pero me parece que no es ninguna herejía aceptar que en algunas parejas homosexuales se establecen los roles de hombre y mujer. Y sí, ya lo sé, me pueden decir que eso no es necesariamente así, que los roles son intercambiables, etc. y yo digo que por supuesto, pero es un ejemplo para entender mi modelo.

De todo esto también quiero hacer una serie de reflexiones, a saber:
- Que cada uno debe indagar en su propia personalidad para descubrir sus "porcentajes", para luego aceptarlos (en mi modelo no cabe lo "malo" o lo "bueno", cada combinación de componente masculino y femenino tendrá unas ventajas y unos inconvenientes). Lo importante es saber como es cada uno, y no reprimir ninguna de nuestras vertientes.
- Como ya se ha dicho alguna vez, no basta con que la mujer consiga la igualdad de derechos del hombre. El movimiento feminista no debería caer en la trampa de convertirse en un espejo de lo que han sido las sociedades machistas, sino fomentar el desarrollo de una nueva escala de valores que aprovechen lo mejor de las virtudes y características comunmente asociadas a la mujer y "lo femenino".
- A la vez, los hombres debemos reivindicar que se nos reconozca nuestro lado femenino, pero no entrando en la sociedad de consumo por la puerta grande para ser el target de las compañías cosméticas, sino fomentando nuestro desarrollo emocional desde niños, entre otras muchas cosas.

Podría seguir argumentando sobre todo esto, pero de momento no os quiero saturar, aunque de todas formas, lo más probable es que quienes leáis esto ya me lo hayáis oído alguna vez en persona, y si no es así, tranquilos: LO OIRÉIS (la memoria de pez es lo que tiene, que nunca me acuerdo de a quien le he contado ya mis neuras y a quien no). Espero que, además de SALMONICIDA -que pronto recibirá el título de "Master of the Universe of Comments"- me conteste alguien más. ¡Gracias, gente de bien!

Los comentaristas deportivos

Quienes me conocen saben que el fútbol NO es una de mis pasiones. Sin embargo, hay una serie de detalles relacionados con el balompié que me hacen bastante gracia. Concretamente quería compartir con vosotros una paranoia que tengo con los comentaristas. Pero pongámonos en situación:
Mundial de fútbol 2006, Alemania. España ha ganado los primeros partidos y el aficionado patrio medio fantasea una vez más con el escurridizo título de Campeones del Mundo. Llegamos al momento clave: La selección española contra Francia, en octavos de final. Y empieza el circo...
Recuerdo haber oído en la radio (la SER, seguramente), los "acertados" comentarios previos al encuentro, a gritos y en un tono anfetamínico, todos del tipo: ¡TENEMOS EQUIPO!¡ESPAÑA ESTÁ MÁS FUERTE QUE NUNCA!¡SE NOTA QUE LOS FRANCESES ESTÁN ASUSTADOS!¡HAN SALIDO AL CAMPO SIN FUERZA, SIN CONVICCIÓN, MIENTRAS QUE LOS NUESTROS VAN A POR TODAS!¡ESTA VEZ EL MUNDIAL ES NUESTRO!¡FRANCIA TIENE MIEDO! etc.

Entiendo que hay que ser positivos, y que hay que contagiarse de optimismo y todo eso, pero es demasiado inverosímil para mí. De hecho, si lo tomáramos al pie de la letra, no nos quedaría más remedio que imaginar a los comentaristas franceses comentando en ese mismo instante, y con voz alicaída: "Oh, la la, nous sommes acojonés", "Nous avons sorti dans le terrain de jeu sans convictions", "Les spagnoles vont pour toutes", etc.
O sea, planteáoslo realmente: ¿En qué piensan los comentaristas españoles cuando dicen ese tipo de cosas? ¿Es todo parte del ritual, o en serio hay alguien que no se da cuenta del absurdo que encierran esas palabras? Es más, cuando se hacen semejantes declaraciones de superioridad, ¿no se está admitiendo en el fondo que estamos tan acojonados que necesitamos reafirmarnos mediante tales ánimos y consignas?

Lo divertido es que, tal y como se desarrolló el partido, las ínfulas de triunfo de los locutores se fueron desinflando hasta convertirse en el típico discurso entre la compasión y la excusa barata ("Esta Selección ha luchado, y MERECÍA ganar", "El arbitraje ha favorecido CLARAMENTE a Francia", "El juego de España ha sido superior pero no hemos sabido convertir las ocasiones de gol", etc). Y lo mejor en estos casos es imaginarse que verdaderamente en el bando contrario los comentarios siguen en plan derrotista pese al triunfo: "España está jugando MUY bien... nuestros 2 goles han sido de puta chorra... La verdad es que si acabamos ganando, habrá sido una injusticia, porque la Selección española va a por todas. Nuestros chicos, pues hombre, no lo hacen del todo mal, pero vamos, que moralmente es España quien va ganando..."

En fin, que nos lo tenemos merecido por vender la piel del oso antes de haberlo cazado, y todo eso. Pero bueno, de todo esto, yo os propongo que a partir de ahora apliquéis este tipo de imaginación cuando oigáis a los políticos metiéndose unos con otros, las declaraciones de los deportistas, la gentuza de los programas de cotilleos, etc. La realidad sería más graciosa si fuese más absurda...